EDITORIAL
En múltiples ocasiones escuchamos decir que Lima Norte es el boom de las inversiones y que tiene una población con capacidad adquisitiva importante. Ojo inversiones privadas que vienen a vendernos, a extraer nuestro dinero, a llevársela. Estas mismas empresas no son significativas en cuanto a la otorgación de empleo ni en reinversiones.
En el terreno de medios de comunicación, el total de distritos de Lima Norte cuenta con cuatro estaciones de radio, dos en frecuencia modulada, que son Radio Comas 101.7 y Radio La Familia 105.1, ubicada en el distrito de Carabayllo y dos en amplitud modulada. Radio Comas en los 1300 K.C. y Radio Independencia en los 1550 K.C.
Por su parte en medios audiovisuales (televisión), tenemos 2 canales en cable. Estos son Alfa TV. y GHAM TV. Ambos alojados en la empresa Cable Perú.
Contamos con una veintena, aproximadamente de medios escritos, entre revistas y periódicos, con publicaciones quincenarias y mensuales.
La realidad económica de la mayoría de estos medios es difícil. En primer lugar por falta de costumbre y la necesidad no creada en la población de informarse de la realidad local por los medios locales. En segundo lugar, por tener que competir con medios de alcance nacional y corporativos, como son los grupos de radios, televisión y prensa escrita que acaparan casi la totalidad de la publicidad.
En otras palabras con una población, llámense lectores oyente o televidentes distante o ajena a los medios nativos y con una publicidad escasísima, la capacidad de crecer o sostenerse es titánica y difícil. Muchos mueren en el intento.
En este sentido y otros, los norlimeños somos víctima del centralismo. Para las autoridades y empresarios somos importantes como población a venderle, desde una aguja hasta un modernísimo departamento, pasando por un auto, un nicho a pagar aplazo hasta después de muerto. Ah también somos importantes para los políticos en campaña, que “bajan” a ensuciarse los zapatos “en el cono norte” y luego de ser elegidos, si te he visto no me acuerdo.
Nuestra baja autoestima, falta de ubicación o por las preocupaciones por hacer dinero para sobrevivir o escalar posiciones sociales, porque aquí en Lima Norte “somos muy pujante y emprendedores”, no nos hace tener una visión hacía dentro y marcar una línea imaginaria territorial y retroalimentarnos para crecer.
En este ámbito, considero que la mayoría de periodistas, comunicadores sociales y propietarios de medios sufren de dislexía y disgrafía de la realidad económica, social y política de Lima Norte.
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